Los primeros pasos para tener tu propia huerta
saludable y un manual práctico con consejos útiles.
La primavera es una de las mejores epocas para sembrar. Eso si, las plantas más delicadas necesitan crecer en almácigos para evitar que sufran con los insectos y los cambios de temperatura. Acá te contamos los secretos para cultivar plantas fuertes.
Orientaciones prácticas para el correcto uso de una huerta teniendo en cuenta la ubicación del mismo, preparación del suelo, recomendaciones de riego, utilización de abonos y control de insectos. Todo lo que necesita saber de una huerta.
Preparación de la huerta
Ubicación: Orientada hacia el norte en el hemisferio sur y hacia el sur en el hemisferio norte; en espacio o área bien ventilada y a pleno sol, que no reciba la sombra de árboles ni de construcciones en forma permanente y en lo posible nunca. Que el suelo sea bueno y lo más plano posible y exista disponibilidad de abundante agua para riego.
Diseño: Elegido el lugar donde se tendrá la huerta, es aconsejable hacer previamente un diseño en papel, definiendo las distintas zonas de cultivo (canteros) y los senderos o caminos interiores, que además sirven para delimitar. Si la huerta va ha ser permanente, los senderos principales pueden ser hechos elevados sobre el nivel del terreno con materiales de construcción (ladrillo, piedras, hormigón, etc.) o bien con tierra apisonada. También diseñar, si se quiere y puede, el sistema de riego ubicando en el plano las cañerías principales y secundarias de manera tal que se cubra toda la superficie de plantación.
Protección: Debe construirse una cerca perimetral con una puerta de acceso suficientemente amplia como para pasar una carretilla. El cerco debe ser lo suficientemente alto y fuerte como para evitar la entrada de animales, pero debe dejar pasar el aire y la luz (alambre tejido, reja, etc.). Para evitar la invasión de malezas rastreras circundantes, conviene que tenga, en todo su perímetro, una barrera que sobresalga 15 o 20 cm., la que puede hacerse enterrando parcialmente ladrillos, tejas, baldosas, etc.
Preparación del suelo: Desmalezar y eliminar piedras y basuras. Si está muy seco regar abundantemente y dejar orear 1 o 2 días. La parte más rica del suelo es la superficial (los primeros 20 o 30 cm.), por lo que no es conveniente realizar el clásico punteo dando vuelta la tierra. Proceder así:
Primero conviene aflojar la tierra mediante una pala u horquilla (haya) introduciéndola unos 15 cm. y moviendo hacia adelante y atrás sin dar vuelta la tierra. 2. Cubrir con una capa de abono orgánico (estiércol o humus de lombriz) y mezclar con la tierra removida usando un rastrillo . 3. En un extremo del cantero cavar una zanja de unos 20 cm. de profundidad y 20 a 25 cm. de ancho en todo el largo y colocar cada pan de tierra en el extremo opuesto del cantero. En el fondo de la zanja conviene colocar restos vegetales (hojas, pasto, paja, malezas, etc.). A continuación se abre otra zanja paralela y la tierra que se saca se coloca sobre la primera zanja sin darla vuelta. Se procede de esta manera con toda la superficie y en la última zanja se colocará la tierra que reservamos de la primera. 4. Rastrillar la superficie, desmenuzar los terrones, esparcir abono orgánico (estiércol o humus de lombriz), cubrir con paja o ramas y regar. 5. Dejar tapado y en reposo por 15 a 20 días antes de sembrar, mantener la humedad.
Mantenimiento: Posteriormente a la cosecha, deberá preparar nuevamente el suelo para una nueva siembra, pero ya no será necesario trabajar tanto como la primera vez. Solo remueva la capa superficial con pala, azada, horquilla, etc. de manera tal que la tierra se esponje; agregue abono y rastrille para mezclarlo, al mismo tiempo elimine raíces grandes y malezas y rompa los terrones. Si va a sembrar semillas en forma directa, conviene mantener la tierra abonada en reposo y con humedad unos 10 días para que el abono se degrade; si va ha trasplantar plantines desde almácigo, puede hacerlo a la semana, y si los plantines son con pan de tierra ( de macetas, bandeja de cultivo, etc.), puede hacerlo de inmediato.
Recomendaciones de Riego.
Preferentemente regar con agua sin cloro (es mejor usar la del tanque; tiene menos)
No regar con aguas de mucha salinidad (las sales quedan en el suelo y lo pueden saturar!).
Hacerlo cuando cae el sol o antes que salga
Regar preferentemente el suelo (a algunas plantas les perjudica que se moje su follaje)
Regular la salida del chorro para que no se remueva el suelo.
En macetas regar con cuidado evitando que se lave el suelo (se pierden nutrientes); hacerlo de a poco y suavemente hasta que comience el goteo.
Evitar anegamiento o desecamiento pronunciado del suelo. Si ello ocurre, regando normalmente, mejorarlo.
Para algunas hortalizas son ideales los micro aspersores (lechugas, acelga, etc.) y para otras hortalizas (tomates, pimientos, etc.), arbustos, frutales y plantas en maceta el riego por goteo.
No todas las plantas requieren un riego diario. Si riega indiscriminadamente todas, todos los días algunas enfermarán.
Control de Insectos con preparados caseros
Purín de Ortigas (Repelente preventivo del ataque de insectos): Macerar en un recipiente de vidrio o plástico 100 g de ortigas durante dos días. Pulverizar. Ceniza de Madera (previene el ataque de gusanos a verduras de hoja): Rodear la planta con ceniza.
Solución de Tabaco (Controla cochinillas, gusanos y pulgones): Macerar 60 g de tabaco en 1 litro de agua, agregar luego 10 g de jabón blanco y mezclar bien. Diluir 1 parte de la solución en 4 de agua y pulverizar. Alcohol de Ajo (Elimina ácaros, pulgones y gusanos): Triturar durante 3 minutos con licuadora 4 o 5 dientes de ajo, 1/2 litro de agua y 1/2 litro de alcohol fino. Colar y guardar en frasco con tapa en heladera. Pulverizar plantas atacadas.
Mata Cucarachas: Mezclar en partes iguales: Yeso, Harina y Azúcar impalpable. Colocar en lugares que habitualmente frecuentan.